Con esperanza y profunda reflexión, este 12 de diciembre, festividad de la Virgen de Guadalupe, Patrona de las Américas, se celebró el Jubileo del Preso en el Penal San Cristóbal de Moyobamba, una jornada significativa dedicada a la misericordia, la reconciliación y la dignidad humana.
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La celebración reunió a personas privadas de libertad, agentes pastorales y voluntarios, quienes se congregaron para vivir este momento jubilar bajo la mirada maternal de la Virgen de Guadalupe, signo de consuelo y cercanía para quienes atraviesan situaciones de sufrimiento y prueba.
Un Jubileo marcado por la fe y la esperanza
La celebración permitió recordar que, aun en contextos de privación, la fe abre caminos de renovación personal y reconciliación, reafirmando que nadie queda fuera del amor misericordioso de Dios.
La figura de la Virgen de Guadalupe fue presentada como Madre que acompaña, escucha y sostiene, especialmente a quienes se sienten más frágiles o marginados. Su mensaje de cercanía y dignidad resonó con fuerza entre los participantes.
Compromiso pastoral con las personas privadas de libertad
El Jubileo del Preso se enmarca dentro de la misión de la Iglesia de acompañar a las personas privadas de libertad, promoviendo espacios de escucha, oración y esperanza. En el Penal San Cristóbal, esta celebración reafirmó el compromiso pastoral de seguir anunciando el Evangelio como camino de perdón, reconciliación y nueva oportunidad.
La jornada concluyó con un llamado a continuar trabajando por una pastoral penitenciaria cercana y solidaria, que contribuya a la reinserción y al fortalecimiento espiritual de quienes viven esta realidad.
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