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Evangelio de hoy 29 nov. 2019 (San Lucas 21,29-33.)

Jesús hizo a sus discípulos esta comparación: “Miren lo que sucede con la higuera o con cualquier otro árbol.
Cuando comienza a echar brotes, ustedes se dan cuenta de que se acerca el verano. Así también, cuando vean que suceden todas estas cosas, sepan que el Reino de Dios está cerca.
Les aseguro que no pasará esta generación hasta que se cumpla todo esto. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.”

COMENTARIO

«El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán»

«Bebe el agua de tu cisterna, la que brota de tu pozo, que sean para ti solo» (Pr 5,15.17). Tú que me escuchas, procura tener un pozo y una cisterna que sean tuyos; de manera que, cuando cojas el libro de las Escrituras, llegues a descubrir, también tú, de ti mismo, alguna interpretación.

Sí, con lo que has aprendido en la Iglesia, procura beber, también tú, de la fuente que mana de tu espíritu. En el interior de ti mismo está. «el agua viva» (Jn 4,10); hay en ti los canales inagotables y les ríos henchidos del sentido espiritual de la Escritura, con tal que no estén obstruidos por la tierra y los escombros. En este caso, lo que hay que hacer, es cavar y limpiar, es decir, quitar la pereza del espíritu y sacudir el adormecimiento del corazón.

Purifica, pues, tu espíritu para que un día bebas de tus fuentes y saques el agua viva de tus pozos. Porque si has recibido en ti la palabra de Dios, si has recibido de Jesús el agua viva, y si la has recibido con fe, en ti llegará a ser «un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna» (Jn 4,14).

FUENTE: evangeliodeldia.org