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Evangelio de hoy 17 feb. 2020 (San Marcos 8, 11-13.)

Entonces llegaron los fariseos, que comenzaron a discutir con él; y, para ponerlo a prueba, le pedían un signo del cielo. Jesús, suspirando profundamente, dijo: “¿Por qué ésta generación pide un signo? Les aseguro que no se le dará ningún signo”. Y dejándolos, volvió a embarcarse hacia la otra orilla.

“¿Por qué esta generación reclama un signo?”: Creer incluso en la oscuridad

Jesús, para mostrar que es el Mesías prometido, hacía una serie de signos, dentro de los cuales estaban los milagros. Sin embargo, los fariseos no creyeron en él y le pedían signos del cielo. Ante esto, el Señor, con claridad, les indicó que no dará más signos. En realidad, Jesús mismo es el signo de que Dios nos ama tanto que se hace hombre por nosotros. No caigamos en esa actitud farisaica de pedir al Señor signos para creer en él. Jesús mismo, su persona, es el signo mayor. No debemos seguir a Jesús porque nos hace milagros, sino por ser quién es, el Dios amigo, el Dios cercano. Aquel que ha dado su vida por nosotros.

¿Le pido milagros a Jesús para creer en él?

Libro: Les doy la buena noticia/Evangelio del día 2020-Ciclo A