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Disposiciones ante el Coronavirus COVID-19

Queridos sacerdotes, religiosos y fieles todos: Ante las últimas noticias sobre la expansión del coronavirus, en colaboración con las autoridades del Gobierno de Perú considero útiles la siguientes medidas:

1 – La colaboración y acatamiento de las disposiciones de las autoridades sanitarias en las comunidades parroquiales y en las de vida consagrada, así como en los grupos, movimientos apostólicos, hermandades y entidades eclesiales.

2 – La apertura de los templos para la oración personal. Las iglesias o templos son lugares de salvación y sanación donde acogemos a quien es la vida misma: Jesucristo, nuestro Señor. En ellos, la fe se fortalece, la esperanza se renueva y crece, y la caridad se aviva. Por ello es importante mantenerlos siempre abiertos, para combatir el “virus del miedo”, con la oración y el ayuno. A lo largo de la historia cuando grandes plagas azotaban a la humanidad, las iglesias permanecían abiertas y los cristianos no dejaban de socorrer a los enfermos. ¡Los discípulos de Cristo nunca se apartan de Él, ni de los hermanos en tiempo de necesidad!

3 – Una especial disponibilidad de los sacerdotes para administrar los Sacramentos de la Penitencia y de la Santa Unción, para visitar enfermos y confortar a los tristes y abatidos, ancianos, pobres, niños y personas vulnerables, que han constituido siempre una prioridad para la Iglesia.

4 – La dispensa de la Misa dominical hasta nuevo aviso. De momento, el Decreto Presidencial, permite las reuniones de menos de 300 personas. Discierna cada párroco la posibilidad de aumentar el número de Misas para que los que, pese a la dispensa, quieran asistir, puedan hacerlo, respetando las disposiciones de nuestras autoridades.

5 – La posibilidad de seguir la Santa Misa diaria por radio, televisión o Internet, para aquellos que no puedan asistir al Templo. Especialmente personas mayores, niños y grupos de riesgo disciernan esta posibilidad. La Prelatura la retransmitirá diariamente desde la Catedral las 7:30 PM. Aunque la comunión espiritual no sustituye la comunión bajo la especie del Pan eucarístico, será medio de santificación.

6 – La celebración diaria de la Santa Misa, por parte de los sacerdotes, incluso sin asistencia de pueblo.

7 – La supresión del rito de la paz, optativo en situaciones normales, mientras los fieles puedan asistir a la Santa Misa.

8 – El mantenimiento en vigor del derecho de cada fiel de recibir la comunión en la boca o en la mano. Los ministros de la sagrada Comunión deberán lavarse las manos antes y después de la distribución de la misma con alcohol en gel. Sean instruidos los fieles sobre cómo recibir la Comunión adecuadamente evitando el riesgo de profanación.

9 – La suspensión de las catequesis parroquiales hasta nuevo aviso. Recuerdo a los padres cristianos su deber de instruir a sus hijos en la santa fe, especialmente en estos momentos.
10 – La suspensión de las reuniones ordinarias de los grupos y movimientos apostólicos, hermandades y otras entidades eclesiales, a no ser que sean imprescindibles, procurando en tal caso, que reúnan el menor número de fieles.

11 – El retiro del agua bendita de las pilas de los Templos. Esto no supone dejar de bendecir el agua que los fieles traigan para su bendición, puesto que es un sacramental de gran fruto.

12 – La oración en todas las Misas y en la Liturgia de las Horas por el personal sanitario, los enfermos y sus familiares y por las almas de los difuntos. También para que nos ayude el Señor a responder con caridad a este nuevo desafío, ocasión de conversión.

Conforme evolucione la situación, si es necesario, comunicaremos nuevas medidas. Estamos consagrados al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María. Confiemos en ellos y pongámonos bajo la poderosa intercesión de San José, patrón del Perú y de Santiago apóstol, patrón de la prelatura de Moyobamba.