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Día de las familias en el seminario

El pasado 24 de octubre celebramos el Día de las Familias en nuestro seminario. Cada seminarista, tanto los del mayor como los del menor, invitan a sus familiares para pasar el día con nosotros. Esta es una manera muy bonita de hacer partícipes, un poco más, a nuestros familiares de nuestra vocación. Tuvimos, además, la confirmación de 4 hermanos nuestros, 3 del Seminario Menor y 1 del Seminario Mayor. A continuación, una breve explicación de ese día:

Iniciamos la mañana acogiendo a los familiares que poco a poco van llegando a nuestro seminario. En este momento cada seminarista va llevándolos por los distintos ambientes del seminario, seguramente explicándoles cada lugar y contando distintas experiencias y anécdotas sucedidas en esos lugares.

Ya pasada la media mañana se toca la campana avisando que se inician las confesiones, para los que los deseen y que la Santa Misa iniciará dentro de poco. Cada seminarista va llegando con sus familias y los ubica en algún lugar de la capilla. Luego de unos momentos, inició la Santa Misa presidida por Mons. Rafael Escudero, en la que, además de los ritos ordinarios de la Misa, hizo un breve examen a los que se iban a confirmar, con el que quedó satisfecho y se procedió a la confirmación de nuestros hermanos.

Luego de terminada la Santa Misa pasamos al salón de actos, donde el P. Santos, rector del seminario, dirigió una charla sobre “La familia y la vocación”. Terminada la charla, nos dividimos en grupos para que todas las familias se pudieran presentar, compartir su vivencia y presentar sus inquietudes acerca de la charla que anteriormente habían escuchado.

Pasamos luego a almorzar, cada seminarista se iba ubicando con su respectiva familia en las mesas. Ya el día anterior, cada seminarista había preparado la mesa que iba a ocupar con el número de familiares invitados. Acabado el almuerzo y habiendo dejado un breve descanso, volvimos al salón de actos, donde presentamos diversas actuaciones como: el buen Samaritano, el hijo pródigo, la vocación de Samuel y la vida de san Tarsicio. Como último acto, Mons. Rafael impartió su bendición a todos y agradeció en nombre del Seminario su asistencia a este evento.

Sin más que decir nos despedimos del lector pidiéndole que siga rezando por nosotros y que nos encomiendo a nuestra Santa Madre, la Inmaculada Virgen María.